jueves, 11 de febrero de 2010

Años de guerra.

Como escribe Tzvetan Todorov, «siempre y en todas partes [Grossman] da prueba de un coraje ejemplar. Sus crónicas, narraciones y reflexiones aparecen en el periódico del Ejército Rojo y enseguida se reproducen en otros lugares (en marzo de 1945, el Partido Comunista francés publica una selección de estas crónicas dedicada a Stalingrado). Es el corresponsal de guerra más popular de toda la prensa soviética. Sus temas favoritos son el destino de la gente corriente, su dignidad y su heroísmo; lo describe con gran detalle, con empatía pero sin énfasis. En una carta desde el frente dirigida a su mujer, escribe: “Hay tantas personas maravillosas en el frente; uno encuentra aquí tanta sencillez, coraje y modestia, una hospitalidad tan maravillosa y tanta preocupación de unos por otros… Yo ni siquiera sabía que existieran tantas buenas personas en el mundo” [...]. Pero durante aquellos años vive también una dolorosa experiencia: en 1944 averigua que su propia madre cayó víctima de los batallones de exterminio de judíos, los Einsatzgruppen, cuando se produce la ocupación de Berdíchev, en 1941».

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